Tener mucho dinero, puede hacernos más vulnerables a los golpes emocionales, ya que nos acostumbramos a tener todo aquello que queremos y no desarrollamos las habilidades necesarias para afrontar aquellas situaciones en las que las cosas no son como nos gustaría, y estás situaciones tarde o temprano acaban llegando, ya que no todo puede comprarse con dinero. De echo las mejores cosas de la vida son gratis