Es evidente la importancia de saber escuchar en cualquier proceso comunicativo, pero a menudo se suele prestar más atención a lo que se dice frente a lo que se nos dice. Muchos piensan que el proceso de escucha es automático, pero se equivocan. Para escuchar de manera correcta se debe hacer un esfuerzo mayor que el de comunicar y de esta manera podremos descifrar y entender aquello que se nos dice.